04 Oct
04Oct

La Propuesta de Reglamento que va a establecer el marco regulatorio en cuanto a los fertilizantes y otros productos que, sin poder fertilizante, la Comisión Europea ha decidido incluir esta norma, preocupa enormemente a los productores españoles y europeos de fertilizantes, así como a las asociaciones de agricultores, fundamentalmente por los siguientes motivos: 

  • Prioriza el objetivo de "economía circular" sobre la validez agronómica de los fertilizantes. La reutilización de productos como fuente de nutrientes, sin las garantías necesarias, podría tener efectos negativos sobre la salud y seguridad de los consumidores y del medio ambiente, además de tener repercusiones muy negativas sobre la productividad de la agricultura europea.
  • Considera "productos fertilizantes" a categorías de productos cuya naturaleza no tienen ninguna propiedad de "nutrir" cultivos, ni siquiera de potenciar su nutrición, tales como sustratos, enmiendas, medios de cultivo, etc. Con el fin de evitar la confusión del agricultor debería establecerse una distinción clara entre los "fertilizantes" y el resto de productos que no aportan nutrientes y tienen otra función bien distinta.
  • Establece contenidos mínimos en nutrientes excesivamente bajos. Se deberían fijar contenidos eficaces para la nutrición y que además fueran asimilables por los cultivos. De este modo, se evitaría la utilización de sustancias con bajísima concentración en nutrientes o con nutrientes de difícil asimilación, es decir, de escaso valor agronómico. 
  • Los contenidos en nutrientes, la declaración y el etiquetado de los mismos, los contenidos en metales pesados, las tolerancias o desviaciones que se admiten, etc. son discriminatorias a favor de los productos orgánicos y de los residuos, por encima de criterios científicos y de la necesidad de productividad y de rentabilidad de la agricultura europea.
  • Los contenidos en cadmio que se proponen para fertilizantes minerales no están justificados por razones de salud, seguridad y medio ambiente. Además, son claramente discriminatorios en favor de los productos orgánicos y los subproductos de otras industrias o actividades, ya que no considera las mayores dosis de aplicación de estos últimos productos.

Por otra parte, se limitarían enormemente los yacimientos roca fosfórica utilizable por  los fabricantes de fertilizantes de la UE. La consecuencia sería más de la mitad del mercado total de fertilizantes, fosfatados y complejos, totalmente "cartelizado" y con mayores costes para los agricultores.

La Propuesta es muy perjudicial para los agricultores europeos, que dispondrán de productos de peor calidad, con etiquetados dotados de menor y menos clara información, productos que incluso pueden tener repercusiones negativas para sus suelos a largo plazo, y más caros por unidad de nutriente.

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